Universidad Pública

 

Los dolores que quedan son las libertades que faltan

Manifiesto Liminar 1918

 

No se puede pasar por la Ciudad de Córdoba sin que resuene para Latinoamérica y el mundo las voces de las juventudes de 1918, que abrieron las puertas en Argentina a una universidad laica, universal, autogobernada y desde 1949 gratuita.


El corolario de 31 años entre el 18 y el 49 no es producto de la casualidad sino de la lucha de los sectores inmigrantes, obreros, populares que abrieron las puertas de los claustros defenestrando, muebles, papeles y una vieja burocracia reaccionaria.

 

En la Universidad Nacional de Córdoba y en esta ciudad no se han presenciado desordenes; se ha contemplado y se contempla el nacimiento de una verdadera revolución que ha de agrupar bien pronto bajo su bandera a todos los hombres libres del continente.

(Manifiesto Liminar 1918)

A 105 años de las revueltas de la reforma, la universidad pública sigue siendo interpelada por la sociedad y debatida en sus interiores. Quizás el mérito de la Reforma haya sido precisamente ese, la politización, la democratización y la discusión de la universidad con la historia; con la ciencia como una forma de comprenderse en la complejidad del desarrollo y la movilidad social.

En tiempos de la posverdad, el ajuste del Estado y la eficiencia mercantilista cabe preguntarnos ¿Qué universidad queremos? ¿Qué universidad estamos haciendo?


Es allí donde las palabras de Deodoro Roca y las juventudes de la reforma toman un profundo anclaje histórico para traer a las asépticas aulas del conocimiento reproductivo, científico, eficiente y utilitarista del presente el debate por la demarcación de quienes quedan dentro y quienes están afuera.

Pero hoy la urgencia de la pobreza y del cambio climático nos exige radicalizar el debate, y las líneas de acción que ponen punto de contacto el conocimiento de la academia con el conocimiento de las comunidades.

La transformación que demanda la Economía Circular de los modos de producir, consumir y descartar ha dejado obsoleto gran parte del sistema productivo como de los sistemas de enseñanza.

En tiempos de la revolución tecnológica se hace más necesaria que nunca una revolución humana que proponga una verdadera libertad.  

Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan.

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Repensar el proyecto libertario

Animal Urbano

Trabajo y Solidaridad